Es el inicio del verano de 1212, en Toledo se han congregando las tropas venidas de todos los puntos de Europa ante la llamada de nuestro rey Alfonso VIII, esta mañana desde las almenas he contemplado la llegada de tropas ultramontanas procedentes de mas allá de los Pirineos, nuestro Arzobispo Ximenez de Rada a solicitado ayuda al mismo Papa Inocencio y la Vega donde acampan las tropas es un hervidero de lenguas diferentes unidas por un mismo fin, he visto a los disciplinados caballeros de las ordenes militares de Santiago, de Calatrava, de San Lázaro y como no las llamativas cruces blancas y rojas de las ordenes de San Juan y del Temple, también han comenzado a llegar las milicias de nuestros concejos, y se espera la llegada de los navarros, aragoneses y portugueses, estoy deseoso de poder ver a los afamados y aguerridos Almogávares... solo le pido a nuestro Señor que cuando la tierra tiemble ante la carga de la caballería Africana me conceda un poco del valor de todos los hombres aquí reunidos para encarar mi destino.
Maese Pérez
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